Guerra Civil rusa
Lenin
La Guerra Civil rusa dio comienzo en
1918 y enfrentó inicialmente al gobierno bolchevique de Lenin con las fuerzas
contrarrevolucionarias agrupadas bajo la denominación de Ejército Blanco.
Aunque éste fuer completamente derrotado a finales de 1920, los bolcheviques
tuvieron que hacer frente a una rebelión interna en 1921 y a la intervención
extranjera en 1922. Lenin, cuyo verdadero nombre era Vladímir Ilich Uliánov,
aparece aquí al terminar un discurso pronunciado en 1919, que fue grabado en un
gramófono: "Hoy, los trabajadores que han sido leales a la causa zafándose
del yugo del capital pueden llamarse comunistas. Por todo el mundo crece la
asociación de los comunistas. El poder soviético ya ha triunfado en varios
países. Pronto presenciaremos la victoria del comunismo en todo el mundo;
presenciaremos la fundación de la República Federada Mundial de Soviets".
Guerra Civil rusa, conflicto bélico que
tuvo lugar en lo que había sido el Imperio Ruso, dio comienzo en 1918 y
enfrentó al recién constituido gobierno bolchevique (comunista) con sus
adversarios, principalmente, las fuerzas contrarrevolucionarias agrupadas bajo
la denominación de Ejército Blanco. Aunque éstos fueron completamente
derrotados a finales de 1920, los bolcheviques tuvieron que hacer frente a una
rebelión interna en 1921 y a la intervención extranjera en 1922.
La victoria final de los
bolcheviques en la Guerra Civil rusa llevó a la fundación de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en diciembre de 1922. Por lo general,
aunque de forma inexacta, se suele dar el año 1920 como el de finalización del
conflicto, dado que ese es el año de la derrota de los blancos, pero sería más
correcto llevar esa fecha hasta 1922.
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LA OPOSICIÓN INTERNA
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La Guardia Roja en Petrogrado
La Guerra Civil rusa se inició después
de que la tendencia bolchevique del entonces Partido Obrero Socialdemócrata
Ruso se hiciera con el control del gobierno en octubre de 1917 (noviembre según
el calendario gregoriano, adoptado por el gobierno soviético poco más tarde),
durante la Revolución Rusa. Esta última culminó con la proclamación de un
Estado soviético, denominado desde 1922 Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS). Durante la Revolución Rusa, la Guardia Roja se encargó de
mantener el orden en Petrogrado después de que las multitudes hambrientas
saquearan y quemaran las comisarías de policía. Este cuerpo, como muestran los
hombres subidos a un camión de mercancías que aparecen en la imagen, hizo valer
la voluntad del Soviet de esa ciudad.
La Guerra Civil rusa se
inició después de que la tendencia bolchevique del entonces Partido Obrero
Socialdemócrata Ruso (antecedente del Partido Comunista de la Unión Soviética)
se hiciera con el control del gobierno ruso en octubre de 1917 (noviembre según
el calendario gregoriano), durante la Revolución Rusa. Los bolcheviques, que
habían elaborado un programa político basado en el socialismo científico
(comunismo), tuvieron que hacer frente a la oposición de los partidos
socialistas moderados (los revolucionarios socialistas y los mencheviques), así
como a la ejercida por el grupo de los denominados blancos, formado por la
elite comercial y de terratenientes de Rusia. Ante el temor de que la dictadura
de los bolcheviques se afianzara en el poder, los socialistas moderados
trataron de establecer un gobierno en el que participaran todos los partidos
socialistas. Los blancos eran contrarios a la revolución socialista y deseaban
un gobierno conservador. Las facciones izquierdistas de los partidos
socialistas moderados, que preferían la victoria de los bolcheviques a la de
los blancos, apoyaban a menudo a los primeros o permanecían neutrales. Dado que
los principales oponentes de los bolcheviques carecían de una base ideológica
común, sólo se unían en ocasiones excepcionales.
Después de la Revolución,
la oposición armada a los bolcheviques aumentó rápidamente entre los generales
del antiguo Ejército Imperial ruso (como Lavr G. Kornílov, Antón I. Denikin y
Alexéi M. Kaledin), que formaron la primera fuerza militar blanca, denominada
Ejército de Voluntarios. El general Kaledin, que era además el atamán de los
cosacos del Don, fue quien impulsó la participación de varios grupos de cosacos
en las fuerzas blancas.
Aunque los bolcheviques también
contaban con tropas leales, como la Guardia Roja, muchos oficiales se unieron a
las tropas blancas. El líder bolchevique Vladímir Lenin, reconociendo la
necesidad de constituir unas nuevas fuerzas armadas, proclamó la formación del
Ejército Rojo el 28 de enero de 1918. El teórico y dirigente revolucionario
Liev Trotski desempeñó un importante papel en la organización de este cuerpo y
fue uno de los primeros comisarios de guerra del nuevo gobierno.
Liev Trotski
Lenin proclamó la formación del Ejército
Rojo el 28 de enero de 1918. El teórico y líder revolucionario Liev Trotski
desempeñó un importante papel en la organización de este cuerpo y fue uno de
los primeros comisarios de guerra del nuevo gobierno soviético. Trotski (cuyo
verdadero nombre era Liev Davídovich Bronstein) ingresó en el partido
bolchevique en julio de 1917, fue elegido miembro de su Comité Central y pasó a
presidir el Comité Militar Revolucionario, desde el cual guió con éxito la
Revolución de noviembre (octubre, según el calendario juliano por el que se
rigió Rusia hasta 1918). Su pensamiento político, conocido como trotskismo, ha
tenido una relevancia internacional considerable.
La oposición política aumentó
después de que los bolcheviques disolvieran la Asamblea Constituyente en enero
de 1918 (esta cámara multipartidista había sido elegida democráticamente tras
el triunfo de octubre para decidir qué tipo de gobierno debería establecerse en
Rusia). Los socialistas moderados, excluidos de la nueva dirección,
representaban el problema más grave al que se habían enfrentado los
bolcheviques hasta entonces, puesto que habían elaborado un programa
alternativo para el futuro político de Rusia que contaba con el apoyo popular.
A mediados de 1918 se
produjeron los primeros enfrentamientos armados entre los grupos bolcheviques
de las ciudades de la cuenca del Volga y la Legión Checa, formada por ex
prisioneros de la I Guerra Mundial. Las tropas checas habían iniciado una
larga marcha desde Siberia hasta el oeste de Rusia para combatir en el frente
occidental, en donde se habían unido a los aliados y las potencias asociadas en
la lucha contra Alemania. En junio, estas fuerzas ayudaron a los
revolucionarios socialistas a establecer un gobierno antibolchevique en Samara,
a orillas del Volga. La ciudad cayó ante las fuerzas del Ejército Rojo en el
mes de noviembre.
En el verano de 1918,
los bolcheviques habían iniciado lo que se denominó el Terror Rojo, una brutal
campaña que se prolongó hasta 1921, cuyo objetivo era eliminar a sus oponentes
políticos entre la población civil. También introdujeron una serie de reformas
conocidas como comunismo de guerra para implantar un sistema económico
socialista. Entre otras medidas, confiscaron el grano al campesinado para
alimentar a los habitantes de las ciudades y al Ejército Rojo. El partido
justificó la dureza de esta política alegando que era necesaria para obtener la
victoria militar.
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LA LUCHA CONTRA EL EJÉRCITO BLANCO
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El barón de Wrangel
Fotografía tomada en 1923 de Piotr
Nikoláievich, barón de Wrangel, quien desde 1920, durante la Guerra Civil rusa,
fue comandante en jefe de las fuerzas antibolcheviques del Ejército Blanco.
Los dirigentes blancos estaban
decididos a expulsar a los bolcheviques del poder y se convirtieron en una
amenaza para el régimen a partir de noviembre. Esta circunstancia coincidió con
la derrota de Alemania y el final de la I Guerra Mundial. Poco después, el
almirante Alexandr V. Kolchak fue nombrado jefe oficial de las fuerzas blancas.
Lenin arenga al Ejército Rojo
El máximo dirigente bolchevique, Lenin,
se convirtió en la principal figura de la Revolución Rusa de 1917 y del Estado
surgido del triunfo de ésta. Aquí aparece dirigiéndose el 25 de mayo de 1919 a
las tropas del Ejército Rojo en la plaza Roja de Moscú, durante la Guerra Civil
rusa.
La guerra entre el Ejército
Rojo y el Ejército Blanco no tardó en desplegarse en cuatro frentes: en el sur
de Rusia, el oeste de Siberia, el norte de Rusia y la región del Báltico. Las
tropas blancas controlaban la mayor parte de Siberia, así como el frente
meridional, donde estaba instalado su centro de operaciones. Grandes franjas
del frente occidental, sobre todo en Ucrania, fueron conquistadas
alternativamente por ambos bandos. A pesar de las derrotas esporádicas, los
rojos se hicieron fuertes en las tierras del interior y mantuvieron su cuartel
general en Moscú. Las fuerzas de la caballería, dirigidas por el mariscal
Sinión M. Budionny, protagonizaron algunas de las principales victorias del
Ejército Rojo.
Caballería del Ejército Rojo
La política económica y social aplicada
en la República Socialista Soviética Federada de Rusia (núcleo esencial de lo
que habría de ser la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), conocida bajo
la denominación de comunismo de guerra, fue llevada a cabo durante la Guerra
Civil rusa (1918-1921) por el gobierno del dirigente bolchevique Vladímir Lenin
con el objeto de resolver los acuciantes problemas económicos surgidos de ese
conflicto, tales como la necesidad de equipar al Ejército Rojo.
El almirante Kolchak, cuyo
cuartel general se hallaba en Siberia, fue el comandante en jefe del Ejército
Blanco hasta que renunció a su cargo a principios de 1920 tras varias derrotas
significativas. Entre otros comandantes de estas fuerzas, destacan el
mencionado general Denikin, que operaba en el sur de Rusia, el general Nikolái
Yudenich, destinado a la región del Báltico, y el general Yevgeueni Miller,
establecido en el noroeste de Rusia.
Tropas del Ejército Blanco
La Guerra Civil rusa enfrentó
inicialmente desde 1918 al gobierno bolchevique con las fuerzas
contrarrevolucionarias agrupadas bajo la denominación de Ejército Blanco. En
esta fotografía de 1919 podemos ver a tropas de caballería del Ejército Blanco,
en Siberia.
Los blancos lanzaron el 4
de marzo de 1919 su ofensiva más ambiciosa, un ataque contra Moscú sobre tres
flancos. A pesar de las victorias iniciales, todas las tropas blancas habían
sido sobrepasadas en el mes de noviembre por el Ejército Rojo. Las fuerzas
blancas derrotadas se reagruparon en la península de Crimea y el general
Denikin fue reemplazado en el mando por el general Piotr N. Wrangel. En la
primavera de 1920, los hombres de Wrangel marcharon sobre Ucrania y
Transcaucasia (la región de Caucasia que comprende los actuales estados de
Georgia, Armenia y Azerbaiyán), pero fueron repelidos y derrotados en noviembre
por el Ejército Rojo. Wrangel y sus tropas abandonaron Rusia por mar desde la
península de Crimea.
Los bolcheviques también tuvieron
que hacer frente a una invasión polaca en la primavera de 1920. El Ejército
Rojo tomó la iniciativa, pero ninguno de los dos bandos se alzó con la
victoria. En el mes de octubre se firmó un armisticio auspiciado por las
potencias europeas. El Tratado de Riga, firmado en marzo de 1921, puso fin
oficialmente a la guerra entre Rusia y Polonia.
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LA VICTORIA COMUNISTA
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Unión Soviética (URSS)
La Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) se constituyó con ese nombre, después de la Revolución Rusa
de 1917, en diciembre de 1922. Estaba formada por la confederación de quince
estados de Europa del Este y Asia. Comprendía un sexto del territorio mundial y
fue el país más grande del mundo hasta su disolución en diciembre de 1991.
La derrota del Ejército
Blanco y el fin de la guerra con Polonia permitieron al gobierno bolchevique
ocuparse de recuperar los territorios perdidos en Asia central y otros lugares.
Sin embargo, los campesinos rusos del oblast de Tambov y varios
distritos más se rebelaron contra la política del gobierno, especialmente a
causa de la requisa del grano, medida incluida en el comunismo de guerra. A
mediados de 1921, el Ejército Rojo había sometido a casi todas las bandas de
campesinos (conocidos como los Verdes) que habían surgido debido en parte a la
hambruna que acabó con las vidas de las gentes del campo. En esta misma época,
el Ejército Rojo invadió Transcaucasia, que volvió a quedar bajo control
bolchevique. La intervención de Japón, que se había limitado a ocupar las
regiones más orientales de Rusia, concluyó en 1922.
Los bolcheviques, que habían
reclamado la mayor parte de los territorios del antiguo Imperio Ruso, fundaron
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1922. Continuaron
haciendo frente a la resistencia presentada en Asia central por los basmachi
(bandas armadas de guerrilleros islámicos que luchaban en defensa del
nacionalismo de lo que en la actualidad es Uzbekistán). Pero hacia 1923 el
Ejército Rojo había restablecido nuevamente su poder en esa región. No
obstante, el nuevo Estado soviético no abarcaba tantos territorios como el
antiguo Imperio Ruso. Finlandia y los Países Bálticos (Estonia, Letonia y
Lituania) habían alcanzado la independencia; varias zonas de Ucrania y
Bielorrusia habían quedado en poder de Polonia en virtud del Tratado de Riga; y
Rumania se había anexionado Besarabia (que en la actualidad corresponde a buena
parte del territorio de Moldavia).
Los bolcheviques contaron con
diversos elementos a su favor que propiciaron su victoria en la Guerra Civil.
Durante la fase inicial del conflicto disfrutaron del apoyo de numerosos
trabajadores y campesinos. Se hicieron fuertes en la zona central de Rusia,
donde se concentraba la población, la industria y los suministros de grano. Los
blancos, por su parte, estaban dispersos en las zonas periféricas de Rusia,
donde las escasas comunicaciones dificultaban la creación de un frente unido.
Asimismo, los bolcheviques tenían un proyecto para el futuro, mientras que los
blancos carecían de un programa político convincente. Por último, la superioridad
militar de los rojos con respecto a los blancos era aproximadamente de diez
hombres frente a uno, aunque esta cifra no refleja el elevado número de
deserciones en ambos bandos.
Las duras medidas como el
comunismo de guerra y el control del partido sobre el suministro de alimentos
contribuyeron a la victoria de los bolcheviques, pero también influyó su
capacidad para movilizar a la población e integrarla en la nueva estructura de
gobierno. Por ejemplo, el alistamiento en el Ejército Rojo representaba el
ingreso inmediato en el partido. El hecho de que los oponentes de los
bolcheviques no llegaran a superar sus diferencias también favoreció a la causa
roja, al igual que la actitud vacilante de los aliados.
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LA INTERVENCIÓN DE LAS POTENCIAS
EXTRANJERAS
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La intervención de los
aliados en este conflicto comenzó de hecho con el envío de tropas para
garantizar el suministro militar durante la I Guerra Mundial. Posteriormente,
participaron en la Guerra Civil rusa porque consideraban a los bolcheviques
como una fuerza hostil que alentaba la revolución socialista mundial y porque
éstos se negaban a pagar las deudas contraídas por el gobierno imperial. Los
aliados también estaban alarmados porque Rusia se había retirado del conflicto
tras la firma de la Paz de Brest-Litovsk con los Imperios Centrales en marzo de
1918. Los bolcheviques se comprometieron a ceder varios territorios del antiguo
Imperio Ruso (la región oriental de Polonia, los Estados Bálticos y Ucrania a
Alemania, y Transcaucasia a Turquía); no obstante, los términos del tratado
fueron revocados tras la derrota de Alemania.
Cuando concluyó la I Guerra
Mundial, los aliados que habían vencido en la misma incrementaron su ayuda a
las fuerzas blancas. Sin embargo, al poco tiempo encontraban cada vez más
dificultades para justificar su intervención en Rusia debido a que sus
respectivas poblaciones estaban hastiadas de la guerra. Las potencias
vencedoras en el conflicto mundial, que carecían de un objetivo común, apoyaron
con poco entusiasmo a las fuerzas contrarrevolucionarias blancas, que
finalmente fueron derrotadas de forma definitiva en 1922.
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LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA
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La Guerra Civil rusa causó
grandes estragos, ruina económica, multitud de muertes debidas tanto a las
operaciones militares como a las enfermedades, y la emigración de entre 1 y 2
millones de rusos de clase media y alta. Se estima que las víctimas de la
guerra oscilaron entre los siete y ocho millones de personas, de las cuales más
de cinco millones eran bajas civiles. Desde el estallido de la I Guerra
Mundial hasta el fin de la Guerra Civil rusa, se calcula que perdieron la vida
16 millones de rusos, en su mayoría población civil.
La guerra provocó un marcado
empeoramiento del nivel de vida entre la población rusa y destruyó gran parte
de la infraestructura del país. La producción industrial cayó hasta un 20%
menos del nivel alcanzado antes de 1914. Al disminuir la cantidad de tierra
cultivada, se produjo una hambruna en 1921 y 1922, en la que perdieron la vida
aproximadamente 5 o 6 millones de personas. El número de rusos que perecieron
hubiera sido mucho mayor de no ser por la ayuda de los organismos
internacionales, que establecieron comedores de beneficencia para alimentar
aproximadamente a 22 millones de personas.
Los bolcheviques, ante la
oposición de los campesinos y los trabajadores, sustituyeron el comunismo de
guerra y otras medidas impopulares por la Nueva Política Económica (NEP) en
marzo de 1921. Algunos estudiosos opinan que el fin del comunismo de guerra
guarda relación con el final de la Guerra Civil. La NEP permitió a Rusia
acercarse en la segunda mitad de la década de 1920 a los niveles de producción
industrial y agrícola anteriores a la guerra.
Muchos historiadores consideran
la Guerra Civil rusa como un periodo formativo que militarizó al partido
bolchevique y perfiló la futura política comunista. Gran parte de los métodos
practicados por el partido durante la Guerra Civil fueron aplicados por el
dirigente soviético Iósiv Stalin a finales de la década de 1920, cuando lanzó
un ambicioso y duro programa para industrializar la URSS y colectivizar la
agricultura.
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