Guerra de la antigua Yugoslavia





Guerra de la antigua Yugoslavia

Guerra de la antigua Yugoslavia, conflicto bélico surgido a partir de la desintegración de la antigua Yugoslavia, que tuvo lugar desde 1991 hasta 1995, en el cual los grupos étnicos serbios, croatas y musulmanes combatieron entre sí en una guerra civil localizada en la península de los Balcanes.
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LA ANTIGUA YUGOSLAVIA
Las seis repúblicas que constituían originalmente el Estado multinacional de Yugoslavia (nombre que, en español, significa ‘país de los eslavos del sur’), unidas nuevamente por Josip Broz (Tito) tras una cruel lucha entre grupos profascistas y procomunistas durante la ocupación alemana en la II Guerra Mundial eran: Eslovenia, Croacia, Macedonia, Serbia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro. La población estaba compuesta por cuatro grandes grupos: serbios (42%), croatas (24%), eslovenos (9%) y macedonios (5%); el resto eran húngaros, italianos, albaneses y otras minorías. De todos ellos, el 42% profesaba la fe ortodoxa (principalmente, serbios), el 32% el catolicismo (fundamentalmente, croatas y eslovenos) y el 12% la fe islámica (especialmente, parte de la población bosnia y de los habitantes de Kosovo).
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DESENCADENAMIENTO DEL CONFLICTO
Tanques en Serbia
Cuando Josip Broz Tito murió en 1980, el país sufrió un vacío de poder que se vio agravado por la crisis económica; todo ello favoreció el auge de los partidos nacionalistas favorables a la desintegración del país. En 1991, estallaron sangrientas disputas entre nacionalistas serbios y croatas. En la imagen, serbios saludan a una división blindada del Ejército Popular Yugoslavo. No obstante, la situación empeoró y concluyó con una guerra civil cuando Croacia y Eslovenia abandonaron la Federación Yugoslava.

Este mosaico de pueblos y religiones se mantuvo unido diez años, después de la muerte del mariscal Tito, bajo el control de sus sucesores comunistas, que gobernaron mediante un sistema rotatorio entre los principales grupos étnicos para ejercer la presidencia federal yugoslava. No obstante, este frágil consenso se quebró tras la caída del régimen comunista en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y la disolución del Pacto de Varsovia. Tras la secesión de Eslovenia, Macedonia y Croacia en 1991, el Ejército Popular Yugoslavo (el antiguo Ejército de Yugoslavia), actuó en favor de Serbia y desencadenó un fallido ataque sobre Eslovenia y otro, más prolongado, sobre Croacia, a consecuencia del cual casi un tercio de esta república quedo bajó el control del Ejército tras la firma de un alto el fuego incondicional en enero de 1992. Los croatas y musulmanes de Bosnia-Herzegovina, temiendo la hegemonía serbia, declararon en octubre de 1991 su independencia de Yugoslavia, previa aprobación en un referéndum popular.
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DESARROLLO DE LA GUERRA
Destrucción durante la guerra civil
La guerra civil estalló en Bosnia-Herzegovina después de que la república declarara su independencia en 1992. Los serbobosnios opuestos a esta declaración iniciaron los enfrentamientos por el control del territorio contra croatas y musulmanes. Muchas ciudades de Bosnia-Herzegovina fueron reducidas a escombros. En la imagen, operarios gubernamentales arreglan los daños después de que un edificio fuera bombardeado por la artillería.

El 4 de febrero de 1992, se produjeron los primeros choques armados en torno a Mostar, ciudad de Bosnia-Herzegovina enclavada en una región con un importante porcentaje de población croata. A principios de abril de 1992, la Comunidad Europea y Estados Unidos reconocieron la soberanía de Bosnia-Herzegovina. Este hecho provocó de inmediato que los combatientes serbios locales, apoyados por tropas regulares de la República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro) comenzaran a establecer gobiernos propios en zonas de Croacia y Bosnia habitadas por población de origen serbio. La nueva República Federal de Yugoslavia había sido creada ese mismo mes de abril de 1992 por Serbia y Montenegro, autoproclamándose heredera legal de la antigua República Federal Socialista de Yugoslavia (pero sin ser reconocida como tal por la comunidad internacional) y estaba controlada por el presidente serbio Slobodan Milosevic. Los serbios de Bosnia, por su parte, declararon la formación de una vagamente definida República Serbia de Bosnia, encabezada por el autotitulado presidente Radovan Karadzic. Los croatas, a su vez, declararon su propia e independiente República Croata de Herceg-Bosna.
Sarajevo sitiado

El Ejército Popular Yugoslavo, controlado por los serbios, puso entonces sitio a la ciudad de Sarajevo, capital de Bosnia, lo que originó la imposición de sanciones por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que el poder aéreo y naval de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) haría cumplir; además, aumentó el número de fuerzas de pacificación de la ONU, principalmente británicas y francesas. En mayo de 1992, la ONU estableció mayores sanciones económicas y comerciales contra Serbia y Montenegro. El 11 de julio, se inició una enorme ofensiva serbia contra Gorazde, ciudad al este de Sarajevo controlada por los musulmanes. Seis días más tarde, los líderes serbios, croatas y musulmanes firmaron en Londres el primero de los numerosos acuerdos de alto el fuego incumplidos. Por entonces, el conflicto había tomado un giro particularmente pernicioso con la aplicación de la denominada ‘limpieza étnica’, expresada abiertamente en primer lugar por los serbios, por la que miles de personas, sobre todo musulmanas, fueron asesinadas o expulsadas de sus hogares y enviadas a campos de concentración, en una guerra de eliminación étnica.
Fuerzas de las Naciones Unidas
Las Naciones Unidas (ONU) intentaron poner fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina mediando entre las tres facciones: los serbios de Bosnia, los musulmanes bosnios y los croatas. La ONU destacó fuerzas de paz en este país para proporcionar ayuda humanitaria y proteger a la población civil atrapada en el conflicto. Recibió ataques de los tres ejércitos; este soldado se dirige hacia un carro acorazado alcanzado durante un ataque a la base de la ONU en Sarajevo.

Se concertó para el 23 de octubre de 1992 una reunión en Sarajevo entre los líderes militares de las tres comunidades beligerantes —serbios, croatas y musulmanes— bajo el patrocinio de la ONU, pero no condujo a ningún acuerdo efectivo. Serbia siguió conquistando más territorios, en una salvaje lucha contra las fuerzas croatas y musulmanas que disponían de un armamento más ligero. La lenta agonía de Sarajevo prosiguió, ya que los esfuerzos de la ONU para poner fin al conflicto resultaron infructuosos.
Prisioneros de guerra
Prisioneros de guerra musulmanes confinados en el campo de concentración de Manjača (Bosnia-Herzegovina). Esta imagen fue captada en 1992, durante la guerra de la antigua Yugoslavia.

Sin embargo, en julio de 1994, Serbia cortó sus relaciones con sus compatriotas serbobosnios para intentar conseguir el levantamiento de las agobiantes sanciones económicas de la ONU, las cuales fueron suavizadas en octubre, aunque no levantadas por completo. A finales de 1994, parecía que incluso los enclaves de Bihac, Gorazde, Zepa y Srebrenica, controlados por la ONU, corrían el peligro de ser anexionados por el Ejército de la República Serbia de Bosnia ante la incapacidad de las tropas de pacificación de las Naciones Unidas y de la OTAN. No obstante, croatas y musulmanes comenzaron a colaborar cada vez más en los campos de batalla, aliándose formalmente en marzo de 1995; poco después, se produjeron signos de debilitamiento serbio y crecientes éxitos militares bosnios, como la conquista de territorio en torno a Sarajevo, que permitió que en el mes de mayo, Pale, la capital de la República Serbia de Bosnia, estuviera al alcance de la artillería bosnia. La represalia serbia consistió en la conquista de las denominadas zonas de seguridad controladas por la ONU de Srebrenica y Zepa en el mes de julio (en la primera se produjeron auténticas masacres sobre la población civil por parte de los serbobosnios). La ONU respondió con el compromiso de aumentar sus fuerzas en los restantes enclaves y con la autorización a los comandantes militares en la zona para llevar a cabo ataques aéreos punitivos. El 26 de julio de 1995, el Senado de Estados Unidos aceptó levantar el embargo de armas a Bosnia-Herzegovina, a pesar del temor por parte del presidente Bill Clinton a una escalada del conflicto. A comienzos de agosto, se extendió la guerra después de que tropas regulares croatas, que inicialmente habían participado en la defensa de Bihac al noroeste de Bosnia, ampliaron su intervención con una ofensiva a gran escala para reconquistar el territorio serbocroata de Krajina, fronterizo con Bosnia por el oeste.
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LA FIRMA DE LA PAZ
Acuerdos de Dayton
El 21 de noviembre de 1995, en la base aérea estadounidense de Wright-Patterson, situada en la ciudad de Dayton (Ohio), tuvo lugar la firma de los Acuerdos de paz que ponían fin a la guerra de la antigua Yugoslavia. La fotografía reproduce el momento en que los dirigentes de los estados en conflicto procedían a signar los documentos correspondientes; de izquierda a derecha, aparecen: el presidente serbio Slobodan Milosevic, el presidente bosnio Alija Izetbegovic y el presidente croata Franjo Tudjman.

Tras múltiples conversaciones y contactos promovidos por la comunidad internacional, el 21 de noviembre de 1995 se firmaron los Acuerdos de Dayton, promovidos por Estados Unidos, que pusieron fin al conflicto, y, según los cuales, una fuerza multinacional de intervención separaría a los estados en conflicto en el territorio bosnio. No obstante, persistió la dificultad latente de una convivencia pacífica entre entidades políticas en pugna, como la Federación Croata-musulmana o la República Serbia de Bosnia, bajo la aparente unidad teórica de una República Bosnia.

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