Fotografía, procedimiento por el
que se consiguen imágenes permanentes sobre superficies sensibilizadas por
medio de la acción fotoquímica de la luz o de otras formas de energía radiante.
En la sociedad actual
la fotografía desempeña un papel importante como medio de información, como
instrumento de la ciencia y la tecnología, como una forma de arte y una afición
popular. Es imprescindible en los negocios, la industria, la publicidad, el periodismo
gráfico y en muchas otras actividades. La ciencia, que estudia desde el espacio
exterior hasta el mundo de las partículas subatómicas, se apoya en gran medida
en la fotografía. En el siglo XIX era del dominio exclusivo de unos pocos
profesionales, ya que se requerían grandes cámaras y placas fotográficas de
cristal. Sin embargo, durante las primeras décadas del siglo XX, con la
introducción de la película y la cámara portátil, se puso al alcance del
público en general. En la actualidad, la industria ofrece una gran variedad de
cámaras y accesorios para uso de fotógrafos aficionados y profesionales. Esta
evolución se ha producido de manera paralela a la de las técnicas y tecnologías
del cinematógrafo. Véase Historia de la fotografía.
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PRINCIPIOS BÁSICOS
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La luz es el componente
esencial en la fotografía, que en casi todas sus formas se basa en las
propiedades fotosensibles de los cristales de haluros de plata, compuestos
químicos de plata y halógenos (bromuro, cloruro y yoduro). Cuando la película
fotográfica, que consiste en una emulsión (capa fina de gelatina) y una base de
acetato transparente de celulosa o de poliéster, se expone a la luz, los
cristales de haluros de plata suspendidos en la emulsión experimentan cambios
químicos para formar lo que se conoce como imagen latente de la película. Al
procesar ésta con una sustancia química llamada revelador, se forman partículas
de plata en las zonas expuestas a la luz. Cuanto más intensa sea la exposición,
mayor número de partículas se crearán. La imagen que resulta de este proceso se
llama negativo porque los valores de los tonos del objeto fotografiado se
invierten, es decir, que las zonas de la escena que estaban relativamente
oscuras aparecen claras y las que estaban claras aparecen oscuras. Los valores
de los tonos del negativo se vuelven a invertir en el proceso de positivado, o
con las diapositivas en un segundo proceso de revelado.
La fotografía se basa,
por lo tanto, en principios físicos y químicos. Los principios físicos se rigen
por la óptica, es decir, la física de la luz. El término genérico luz se
refiere a la parte visible del espectro electromagnético, que incluye además
ondas de radio, rayos gamma, rayos X, infrarrojos y ultravioletas. El ojo
humano solamente percibe una estrecha banda de longitudes de onda, el espectro
visible. Este espectro comprende toda la gama de colores. La mayor longitud de
onda visible corresponde al rojo y la menor al azul.
3
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PELÍCULA FOTOGRÁFICA
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Las películas fotográficas
varían en función de su reacción a las diferentes longitudes de onda de la luz
visible. Las primeras películas en blanco y negro eran sólo sensibles a las
longitudes de onda más cortas del espectro visible, es decir, a la luz percibida
como azul. Más tarde se añadieron tintes de color a la emulsión de la película
para conseguir que los haluros de plata fueran sensibles a la luz de otras
longitudes de onda. Estos tintes absorben la luz de su propio color. La
película ortocromática supuso la primera mejora de la película de sensibilidad
azul, ya que incorporaba tintes amarillos a la emulsión, que eran sensibles a
todas las longitudes de onda excepto a la roja.
A la película pancromática,
que fue el siguiente gran paso, se le añadieron en la emulsión tintes de tonos
rojos, por lo que resultó sensible a todas las longitudes de onda visibles.
Aunque ligeramente menos sensible a los tonos verdes que la ortocromática,
reproduce mejor toda la gama de colores. Por eso, la mayoría de las películas
utilizadas por aficionados y profesionales en la actualidad son pancromáticas.
La película de línea y
la cromógena son dos variedades adicionales de la de blanco y negro, que tienen
unas aplicaciones especiales. La primera se usa básicamente en artes gráficas
para la reproducción de originales en línea. Este tipo de película de alto
contraste consigue blancos y negros puros, casi sin grises. La película
cromógena lleva una emulsión de haluros de plata con copulantes de color
(compuestos que reaccionan con el revelador oxidado para producir un
colorante). Después del proceso de revelado, la plata sobrante se elimina
mediante un baño de blanqueo, que da como resultado una imagen teñida en blanco
y negro.
Hay películas especiales,
sensibles a longitudes de onda, que sobrepasan el espectro visible. La película
infrarroja responde tanto a la luz visible como a la parte infrarroja invisible
del espectro (ver más adelante Fotografía infrarroja).
La película instantánea,
lanzada por la empresa Polaroid a finales de la década de 1940, permitió
conseguir fotografías a los pocos segundos o minutos de disparar con cámaras
diseñadas con ese fin específico. En la película instantánea, la emulsión y los
productos químicos de revelado se combinan en el paquete de película o en la
propia foto. La exposición, revelado e impresión se producen dentro de la
cámara. Polaroid, primer fabricante de esta película, utiliza una emulsión de
haluros de plata convencional. Después de que la película ha sido expuesta y se
ha conseguido el negativo, éste pasa entre el papel fotográfico y los productos
químicos; entonces, una sustancia gelatinosa transfiere la imagen del negativo
al papel y la foto queda lista.
3.1
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Película de color
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Emulsión de color
Las emulsiones de una película son
capas delgadas de gelatina sensibles a la luz que reaccionan químicamente para
registrar el color y los espacios sombreados de un motivo. Las cuatro capas de
color de la derecha muestran la imagen que aparecería en las diferentes
emulsiones de una película fotográfica de color después de la primera etapa de
revelado. En la fotografía en blanco y negro sólo es necesaria una emulsión
debido a que es la cantidad de luz y no el color la que activa la reacción
química. La película de color requiere tres capas de emulsión, cada una de
ellas es sensible sólo a uno de los colores primarios de la luz: azul, verde o
rojo. Como la luz atraviesa las tres capas, cada una de ellas registra sólo la
zona donde aparece el color del motivo al que es sensible. En el revelado, la
emulsión libera el color del pigmento complementario de la luz registrada: la
luz azul activa el pigmento amarillo, la luz verde el magenta y la luz roja el
cyan. Se utilizan los colores complementarios porque cuando se revela la
película reproducen el color original del motivo.
La película de color es
más compleja que la de blanco y negro; se diseña para reproducir la gama
completa de colores, además del blanco, el negro y el gris. La composición de
la mayoría de las películas para diapositivas y para negativos de color se basa
en el principio del proceso sustractivo del color, en donde los tres colores
primarios, amarillo, magenta y cyan (azul verdoso), se combinan para reproducir
toda la gama de colores. La película de color consta de tres emulsiones de
haluros de plata en un solo soporte. La emulsión superior es sensible
exclusivamente a la luz azul. Debajo hay un filtro amarillo que evita el paso
de la luz azul, pero que transmite los verdes y los rojos a la segunda emulsión,
la cual absorbe el verde pero no el rojo. La emulsión inferior es sensible al
rojo.
Cuando la película se
expone a la luz, se forman imágenes latentes en blanco y negro en cada una de
las tres emulsiones. Durante el procesado, la acción química del revelador crea
imágenes en plata metálica, al igual que en el proceso de blanco y negro. El
revelador combina los copulantes de color incorporados en cada una de las
emulsiones para formar imágenes con el cyan, el magenta y el amarillo.
Posteriormente la película se blanquea y deja la imagen negativa en colores
primarios. En la película para diapositivas en color, los cristales de haluros
de plata no expuestos que no se convierten en átomos de plata metálica durante
el revelado inicial se transforman en imágenes positivas en color durante la
segunda fase del revelado. Una vez completada esta fase, la película es
blanqueada y la imagen queda fijada.
3.2
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Formatos de película y de cámara
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Los diferentes tipos de
cámara requieren formas y tamaños de película adecuados. La más utilizada en la
actualidad es la cámara de pequeño formato (35 mm) que consigue 12, 20, 24
o 36 fotografías de 24 × 36 mm, en un sólo rollo de película. Ésta se
enhebra en un carrete receptor que está dentro del compartimento estanco. La
película de 35 mm también puede adquirirse en grandes rollos que se cortan
a la medida deseada para cargar el carrete.
El siguiente formato de
cámara estándar, de tamaño mediano, utiliza películas de 120 o 220. Con estas
cámaras se consiguen imágenes de diversas medidas como 6 × 6 cm, 6 × 7 cm y 6 ×
9 cm, según la configuración de la cámara. Las de gran formato utilizan hojas
de película. Los formatos estándar de estas cámaras son: 4 × 5, 5 × 7 y 8 × 10
pulgadas. Las cámaras especiales de gran tamaño, de formato de hasta 20 × 24
pulgadas, son de un uso profesional muy limitado.
3.3
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Velocidad de la película
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Las películas se clasifican
por su velocidad, además de por su formato. La velocidad de una película se
define como el nivel de sensibilidad a la luz de la emulsión y determina el
tiempo de exposición necesario para fotografiar un objeto en unas condiciones
de luz dadas. El fabricante de la película asigna una clasificación numérica
normalizada en la cual los números altos corresponden a las emulsiones rápidas
y los bajos a las lentas. Las normas fijadas por la International Standards
Organization (ISO) se usan en todo el mundo, aunque algunos fabricantes
europeos aún utilizan la norma industrial alemana Deutsche Industrie Norm
(DIN). Se adoptó el sistema ISO al combinar el DIN con el ASA (la norma
utilizada anteriormente en Estados Unidos). La primera cifra de la
clasificación ISO, equivalente a la de la ASA, expresa una medida aritmética de
la velocidad de la película, mientras que la segunda cifra, equivalente a la de
la DIN, expresa una medida logarítmica.
Las películas lentas se
suelen clasificar desde ISO 25/15 hasta ISO 100/21, pero también las hay más
lentas. La película rápida de Kodak, de características especiales, tiene una
numeración ISO de 3.200. Las películas con ISO de 125/22 a 200/24 se consideran
de velocidad media, mientras que las que están por encima de ISO 200/24 se
consideran rápidas. En los últimos años, los grandes fabricantes han lanzado
películas ultrarrápidas superiores a ISO 400/27. Existen ciertas películas que
pueden superar estos límites como si fueran de una sensibilidad superior, lo
cual se consigue al prolongar la duración de revelado para compensar la
subexposición.
El código DX es una reciente
innovación en la tecnología fotográfica. Los carretes de 35 mm con código
DX llevan un panel que se corresponde con un código electrónico que indica la
sensibilidad ISO y el número de exposiciones de la película. Muchas de las
cámaras modernas están equipadas con sensores DX que leen electrónicamente esta
información y ajustan automáticamente la exposición.
Las diferencias en la
sensibilidad a la luz de la emulsión de la película dependen de varios aditivos
químicos. Por ejemplo, los compuestos hipersensibles aumentan la velocidad de
la película sin modificar su sensibilidad a los colores. Las películas rápidas
también se pueden fabricar con mayor concentración de haluros de plata en la
emulsión. Hace poco se ha creado una generación de películas más rápidas y
sensibles mediante la alteración de la forma de los cristales. Los cristales de
haluros de plata sin relieve ofrecen una superficie más amplia. Las películas
que contienen este tipo de cristales, como la Kodacolor de grano T, poseen por
tanto mayor sensibilidad a la luz.
El grano de las películas
rápidas suele ser más grueso que el de las lentas. En las ampliaciones de gran
tamaño el grano puede producir motas. Las fotografías tomadas con película
lenta tienen un grano menor al ser ampliadas. Debido al pequeño tamaño de los
haluros de plata, las películas lentas poseen generalmente una mayor
definición, es decir, ofrecen una imagen más detallada y pueden producir una
gama de tonos más amplia que las películas rápidas. Estas últimas se utilizan
cuando se pretende obtener imágenes nítidas de objetos en movimiento en
detrimento de una gama de tonos más amplia y mayor riqueza de detalles.
3.4
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Exposición
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Cada tipo de película
posee un rango o latitud de exposición característico, que indica el margen de
error admisible en la exposición de la película que, una vez revelada e
impresa, reproduzca el color y los tonos reales de la escena fotografiada.
Los términos sobreexposición
y subexposición se utilizan para definir las desviaciones, intencionadas o no,
de la exposición ideal. En la película expuesta por más tiempo del adecuado,
las zonas que reciben demasiada luz se verán obstruidas por un exceso de plata,
perderá contraste y nitidez y aumentará su grano. En cambio, la subexposición
origina negativos débiles, en los que no se depositan suficientes cristales de
plata para reproducir con detalle las zonas oscuras y de sombras.
Con las películas de latitud
estrecha, una exposición adecuada para una zona en sombra es probable que
produzca una sobreexposición de las zonas iluminadas adyacentes. Cuanto más
amplia es la latitud de una película mejores fotos resultarán, a pesar de la
sobre o subexposición.
La película para negativos,
tanto de color como en blanco y negro, ofrece, por lo general, suficiente
latitud para permitir al fotógrafo un cierto margen de error. La película para
diapositivas en color suele tener menos latitud.
4
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LA CÁMARA Y SUS ACCESORIOS
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Cámara oscura
La cámara oscura consiste en una caja
hermética perforada por un pequeño agujero en una de sus caras. La luz, que
penetra a través del diminuto orificio o abertura en el interior de la caja,
proyecta una imagen invertida sobre la superficie opuesta.
Las cámaras fotográficas
modernas funcionan con el principio básico de la cámara oscura. La luz, que
penetra a través de un diminuto orificio o abertura en el interior de una caja
opaca, proyecta una imagen sobre la superficie opuesta a la de la abertura. Si
se le añade una lente, la imagen adquiere una mayor nitidez y la película hace
posible que esta última se fije. La cámara es el mecanismo a través del cual la
película se expone de una manera controlada. Si bien existen diferencias
estructurales entre ellas, todas las cámaras modernas se componen de cuatro
elementos básicos: el cuerpo, el obturador, el diafragma y el objetivo (véase
Lente). Dentro del cuerpo se encuentra una pequeña cavidad hermética a la
luz (en latín, camera) donde se aloja la película para su exposición.
También en el cuerpo, al otro lado de la película y detrás del objetivo, se
hallan el diafragma y el obturador. El objetivo, que se instala en la parte
anterior del cuerpo, es en realidad un conjunto de lentes ópticas de cristal.
Alojado en un anillo metálico, permite al fotógrafo enfocar una imagen sobre la
película. El objetivo puede estar fijo o colocado en un soporte móvil. Los
objetos situados a diferentes distancias de la cámara pueden enfocarse con
precisión al ajustar la distancia entre el objetivo y la película fotográfica.
El diafragma, abertura
circular situada detrás del objetivo, funciona en sincronía con el obturador
para dejar pasar la luz a la cámara oscura. Esta abertura puede ser fija, como
en muchas cámaras para aficionados, o regulable. Los diafragmas regulables
consisten en laminillas de metal o de plástico superpuestas, que cuando se
separan por completo forman una abertura del mismo diámetro del objetivo, y
cuando se cierran dejan un pequeño orificio detrás del centro del objetivo.
Entre la máxima abertura y la mínima, la escala de diafragmas se corresponde
con una clasificación numérica, llamada f-stops, situada en la cámara o
en el objetivo.
El obturador es un dispositivo
mecánico, dotado con un muelle, que sólo deja pasar la luz a la cámara durante el
intervalo de exposición. La mayoría de las cámaras modernas poseen obturadores
de diafragma o de plano focal. Algunas cámaras antiguas para aficionados
utilizan el obturador de guillotina, que consiste en una pieza con bisagra que
al disparar se abre y expone la película alrededor de 1/30 de segundo.
En el obturador de diafragma,
durante el momento de exposición un conjunto de hojas solapadas se separa para
descubrir la abertura total del objetivo. El obturador de plano focal consiste
en una cortinilla negra con una ranura horizontal de tamaño variable. Al
disparar, la cortinilla se mueve con rapidez sobre la película, exponiéndola
progresivamente a la luz a medida que la ranura se desplaza.
La mayoría de las cámaras
modernas poseen algún sistema de visión o visor para permitir al fotógrafo
contemplar a través del objetivo de la cámara la escena u objeto que se desea
fotografiar. Las cámaras fotográficas réflex de un solo objetivo poseen esta
característica y casi todas las cámaras de uso general están dotadas de algún
tipo de sistema de enfoque y de algún mecanismo para desplazar la película.
4.1
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Control de exposición
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Velocidad del obturador y ajuste de
la abertura
El obturador es una cortinilla
corrediza que permite que la luz pase a la película. Los diferentes ajustes en
un pequeño selector situado en la parte superior de la cámara determinan el
tiempo que el obturador permanecerá abierto. El selector de abertura es la
anilla que está en el cuerpo de los objetivos. Los números que indican los
diversos grados de abertura son los números f o f-stops. La velocidad del
obturador y el f-stop determinan la exposición, es decir, el tiempo y la
cantidad de luz que pasará a la película. No obstante, aun cuando la cantidad
de luz sea constante, el efecto puede ser otro. Los fotógrafos suelen
experimentar haciendo combinaciones según los efectos que quieran conseguir.
Al regular la velocidad
del obturador y la abertura del diafragma el fotógrafo consigue la cantidad
exacta de luz para asegurar una correcta exposición de la película. La
velocidad del obturador y la abertura son directamente proporcionales: si
incrementamos la velocidad del obturador en una unidad, cambiará un f-stop.
Al modificar en un punto la exposición se produce un cambio en la velocidad de
obturación y en el diafragma, cuyo resultado será que la cantidad de luz que
llegue a la película sea la misma. De esta manera, si se aumenta la velocidad
del obturador el diafragma deberá ser aumentado en la misma medida para
permitir que idéntica cantidad de luz llegue a la película. Los obturadores
rápidos, de 1/125 segundo o menos, pueden captar objetos en movimiento.
Además de regular la intensidad
de la luz que llega a la película, la abertura del diafragma se utiliza también
para controlar la profundidad de campo, también llamada zona de enfoque, que es
la distancia entre el punto más cercano y más lejano del sujeto que aparecen
nítidos en una posición determinada del enfoque. Al disminuir la abertura la
profundidad de campo crece, y al aumentarla disminuye. Cuando se desea una gran
profundidad de campo, es decir, la máxima nitidez de todos los puntos de la
escena (desde el primer al último plano), se utiliza una abertura pequeña y una
velocidad de obturación más lenta. Como para captar el movimiento se necesita
una gran velocidad de obturación, y en compensación una gran abertura, la
profundidad de campo se reduce. En muchas cámaras el anillo del objetivo tiene
una escala de profundidad de campo que muestra aproximadamente la zona de
enfoque que se corresponde con las diferentes aberturas.
4.2
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Tipos de cámaras
|
Existe una gran variedad
de modelos y tamaños de cámaras. Las primeras cámaras, las estenopeicas, no
tenían objetivo. La cantidad de luz se controlaba al cerrar el orificio. La
primera cámara de uso general, cámara de cajón, consistía en una caja de madera
o de plástico con un objetivo simple y un disparador de guillotina en un
extremo y en el otro un soporte para la película. Este tipo de cámara tiene un
sencillo visor por el que se ve la totalidad de la zona que va a ser
fotografiada. Hay modelos con una o dos aberturas de diafragma y un mecanismo
simple de enfoque.
La cámara técnica para
uso de profesionales es la más parecida a las primitivas que todavía hoy se
utilizan. No obstante, a pesar de las grandes cualidades de esta cámara, la
mayor parte de los profesionales y los aficionados utilizan otros modelos más
versátiles entre los que destacan la cámara réflex de un solo objetivo (SLR),
la réflex de dos objetivos (TLR) y la de visor directo. La mayoría de las SLR y
de las de visor directo funcionan con la película de 35 mm, mientras que
la mayoría de las TLR y algunas SLR y de visor directo usan la película de formato
medio, es decir, de 120 o 220.
4.2.1
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Cámaras técnicas
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Las cámaras técnicas suelen
ser más grandes y pesadas que las de formato medio y pequeño, y se suelen
utilizar preferentemente para trabajos de estudio, paisajes y fotografía de
obras arquitectónicas. Requieren películas de gran formato para conseguir
negativos y diapositivas con mayor detalle y nitidez que las de formato
pequeño. Las cámaras técnicas tienen una base metálica o de madera con un carro
de regulación por el que se deslizan dos placas metálicas, una en la parte
anterior y otra en la posterior, unidas por un fuelle. El objetivo y el
obturador se encuentran en la placa frontal, mientras que la posterior o
respaldo de la cámara tiene un panel enmarcado de cristal esmerilado donde se
sujeta el soporte para la película. La configuración del cuerpo de estas
cámaras, al contrario que las de uso general, es ajustable. Los soportes
delantero y trasero pueden cambiarse, inclinarse, levantarse o girarse para
permitir al fotógrafo conseguir todo tipo de perspectivas y enfoques.
4.2.2
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Cámaras de visor directo
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Cámara estenopeica
Se puede construir una cámara
sencilla haciendo un agujero en una caja. La luz pasa a través de este orificio
y forma en la parte posterior de la caja una imagen invertida del sujeto. Ésta
será un poco borrosa, pero con suficiente nitidez de detalle para que la
película, colocada de forma adecuada, dé una buena fotografía. No obstante,
esta clase de fotografía sólo es posible si la película no recibe ninguna otra
luz.
Las cámaras de este tipo
tienen un visor a través del cual el fotógrafo ve y encuadra la escena o el
objeto. El visor no muestra, sin embargo, la escena a través del objetivo, pero
se aproxima bastante a lo que se retratará. Esta situación, en la que el punto
de mira del objetivo no coincide con el del visor, se denomina paralaje.
A mayores distancias el efecto de paralaje es insignificante, a distancias
cortas se aprecia más; esto hace que para el fotógrafo sea más difícil
encuadrar con acierto.
4.2.3
|
Cámaras réflex
|
Las cámaras réflex, tanto
la SLR como la TLR, están equipadas con espejos que reflejan en el visor la
escena que va a ser fotografiada. La réflex de doble objetivo tiene forma de
caja con un visor que consiste en una pantalla horizontal de cristal esmerilado
situada en la parte superior de la cámara. Los dos objetivos están montados
verticalmente en el frente de la cámara, uno sirve como visor y el otro para
formar directamente la imagen en la película. Los objetivos están acoplados, es
decir, que al enfocar uno, el otro lo hace automáticamente. La imagen que toma
el objetivo superior o visor se refleja en la pantalla de enfoque por medio de
un espejo colocado a 45º. El fotógrafo enfoca la cámara y ajusta la composición
mientras mira la pantalla. La imagen que se forma en el objetivo inferior queda
enfocada en la película situada en la parte trasera de la cámara. Al igual que
las cámaras de visor directo, las TLR tienen algún error de paralaje.
La cámara SLR utiliza
un solo objetivo, tanto para ver la escena como para hacer la fotografía. Un
espejo situado entre el objetivo y la película refleja la imagen formada por el
objetivo a través de un prisma de cinco caras y la dirige hacia la pantalla de
cristal esmerilado que hay en la parte superior de la cámara. En su momento se
abre el disparador y un muelle retira automáticamente el espejo de la
trayectoria visual entre la película y el objetivo. Gracias al prisma, la
imagen tomada en la película es casi exacta a la que se ve a través del
objetivo de la cámara, sin ningún error de paralaje. La mayor parte de las SLR
son instrumentos de precisión equipados con obturadores de plano focal. Muchas
tienen mecanismos automáticos para el control de exposición y fotómetros
incorporados. La mayoría de las SLR modernas poseen obturadores electrónicos y,
asimismo, la abertura puede manipularse electrónica o manualmente. Cada vez son
más los fabricantes de cámaras que hacen las SLR con enfoque automático,
innovación que originariamente era para cámaras de aficionados. La serie Maxxum
de Minolta, la EOS de Canon y la F4 de Nikon, unidad para profesionales, poseen
enfoque automático y son completamente electrónicas. Una unidad central de
proceso (CPU) controla las funciones electrónicas en estas cámaras. La Maxxum
7000i de Minolta utiliza tarjetas de software que cuando se introducen
en el interior de la cámara aumentan las posibilidades de la misma.
Las cámaras de enfoque
automático llevan componentes electrónicos y una CPU para medir automáticamente
la distancia entre la cámara y el objeto y determinar el nivel de exposición
ideal. La mayoría de las cámaras de enfoque automático lanzan un haz de luz
infrarrojo o unas ondas ultrasónicas que al rebotar en el sujeto determinan la
distancia y ajustan el enfoque. Algunas cámaras, como la EOS de Canon y las SLR
de Nikon, utilizan sistemas de enfoque automático pasivo, que en vez de emitir
ondas o haces luminosos regulan automáticamente el enfoque del objetivo hasta
que unos sensores detectan la zona de máximo contraste con una señal
rectangular situada en el centro de la pantalla de enfoque.
4.2.4
|
Comparaciones entre diseños
|
Cámara de fuelle
Este tipo de cámaras, favorecido por
su diseño compacto y fuelle desmontable, se ha utilizado durante muchos años.
El objetivo de la cámara está incorporado al fuelle, y para enfocar éste se
desliza hacia delante y hacia atrás sobre un raíl o riel. El paño negro cubre
al fotógrafo y el cuerpo de la cámara para evitar la filtración de luz que
podría afectar la toma fotográfica.
De los tres tipos de cámaras
más utilizadas, la SLR es la más popular tanto entre los aficionados como entre
profesionales. Su gran ventaja es que la imagen que se ve por el visor es
virtualmente idéntica a la que el objetivo enfoca. Además, la SLR es
generalmente rápida, fácil de manejar y puede utilizarse con una mayor variedad
de accesorios y objetivos intercambiables que los demás diseños.
La cámara de visor directo,
inicialmente utilizada para el periodismo gráfico debido a su tamaño compacto y
su fácil manejo (comparado con las enormes y lentas cámaras de 4 × 5 pulgadas
empleadas por la generación anterior), ha sido reemplazada en buena parte por
las SLR. Este tipo de cámaras de visor directo posee, sin embargo, un sistema
óptico más sencillo, con menos piezas móviles y menos complicadas que las SLR,
además de ser más silenciosas y menos pesadas. Por estas razones todavía
algunos fotógrafos, sobre todo profesionales, las siguen utilizando. Comparada
con las de los otros dos diseños, las TLR poseen un sistema de enfoque
relativamente lento. Aunque tienen menos objetivos intercambiables, como las
cámaras de visor directo, aún siguen siendo populares. Producen negativos más
amplios que la mayoría de las SLR y que las de visor directo, lo que representa
una ventaja para conseguir un detalle muy fino en la imagen final. Algunos
fabricantes, como Hasselblad, Mamiya, Bronica y Rollei, han combinado las
ventajas de la SLR con el formato de película medio, lo que ha reducido el
mercado de la TLR.
Algunas cámaras se diseñan
para el público en general. Son fáciles de manejar y producen fotos aceptables
para el fotógrafo medio. Muchas de las cámaras de aficionados de “apuntar y
disparar” tienen, en la actualidad, una avanzada tecnología, como enfoque
manual y sistemas de control de exposición que simplifican el proceso de hacer
fotos, aunque limitan el control del fotógrafo.
4.3
|
Objetivos
|
Clases de objetivos
Los objetivos intercambiables
permiten al fotógrafo captar una gran variedad de motivos que de otra manera
sería difícil o imposible. Por ejemplo, con un objetivo zoom se pueden captar
las gotas de rocío en una telaraña. Un teleobjetivo permite sacar un primer
plano de un animal salvaje peligroso o muy asustadizo. Otras opciones las
proporcionan objetivos especiales, como los gran angulares, entre los que está
el ‘ojo de pez’, capaz de tomar vistas de 180 grados, o más.
El objetivo es una parte
de la cámara tan importante como el cuerpo. A los objetivos se les conoce, en
términos genéricos, como gran angular, normal y teleobjetivo. Los tres términos
se refieren a la distancia focal del objetivo, la cual se suele medir en
milímetros. La distancia focal se define como la magnitud que separa el centro
de la lente de la imagen que se forma cuando ésta se ajusta al infinito. En la
práctica, la distancia focal afecta al campo de visión, al aumento y a la
profundidad de campo del objetivo.
Las cámaras que utilizan
los profesionales y los aficionados más exigentes están diseñadas para admitir
los tres tipos de objetivos intercambiables. En fotografía de 35 mm, un
objetivo de longitud focal entre 20 y 35 mm se considera gran angular.
Ofrece una mayor profundidad de campo y abarca un campo o ángulo de visión más
amplio, pero menor aumento. Los objetivos “ojo de pez” permiten campos de 180
grados o más. El objetivo de ojo de pez de 6 mm de Nikon tiene un campo de
visión de 220 grados, que produce una imagen circular en la película, en vez de
la normal rectangular o cuadrada. Las lentes de longitud focal de 45 a
55 mm se consideran normales porque producen una imagen muy aproximada a
la del ojo humano en lo que respecta a la relación tamaño y perspectiva. Los
objetivos de mayor longitud focal, llamados teleobjetivos, estrechan el campo
de visión y disminuyen la profundidad de campo mientras que aumentan la imagen.
Para una cámara de 35 mm, objetivos con distancia focal de 85 mm o
más se consideran teleobjetivos.
El objetivo zoom, un cuarto
tipo genérico de lente, está diseñado para tener una longitud focal variable
que puede ajustarse continuamente entre dos valores prefijados. Estos objetivos
son particularmente adecuados cuando se usan con cámaras réflex de un solo objetivo
y permiten un continuo control de la imagen.
4.4
|
Fuentes de luz artificial
|
En caso de ausencia de
luz natural, los fotógrafos utilizan luz artificial para iluminar las escenas
tanto en interiores como en exteriores. Las fuentes de luz artificial más
utilizadas son el flash electrónico o lámpara estroboscópica, las lámparas de
tungsteno y las lámparas halógenas de cuarzo. Otra fuente es la bombilla de
flash, lámpara desechable que contiene en su interior oxígeno y un delgado
filamento de aleación de magnesio que se dispara una sola vez. En la actualidad
ha quedado obsoleta y ha sido reemplazada por los económicos flashes
electrónicos.
El flash electrónico (un
tipo de estroboscopio) consiste en un tubo de cristal de cuarzo que contiene un
gas inerte (un halógeno) a muy baja presión. Cuando a los electrodos sellados a
los extremos del tubo se les aplica un alto voltaje, el gas se ioniza y produce
un destello de luz de muy corta duración, es decir, un flash. A pesar de que
los flashes especiales pueden producir un destello de aproximadamente 1/100.000
de segundo, los normales duran de 1/5.000 a 1/1.000 de segundo. El flash tiene
que estar sincronizado con el obturador de la cámara para que el destello de luz
cubra toda la escena. La sincronización se lleva a cabo a través de una
conexión eléctrica entre la cámara y el flash, que puede ser un soporte montado
en la parte superior de la cámara, llamado zapata, o un cable llamado cable de
sincronización, que va del enchufe de sincronización de la cámara al
flash.
Los flashes automáticos
están equipados con sensores, células fotoeléctricas que regulan
automáticamente la duración e intensidad del destello para una toma en
particular. El sensor, que mide la intensidad del destello al producirse éste,
interrumpe la luz cuando se ha conseguido la iluminación adecuada. El flash
sincrónico, modelo actual del flash automático, está diseñado para funcionar
con una cámara determinada. El circuito electrónico del flash y de la cámara
están integrados. El sensor está alojado en el interior de la cámara y mide la
cantidad de luz en el plano de la película, lo que permite una medición más
exacta de la intensidad del flash.
Los flashes varían en
tamaño desde los pequeños incorporados en las cámaras hasta los grandes de
estudio. Por lo general, cuanto más grande sea el flash mayor será la
intensidad de luz producida. El flash incorporado en la cámara es adecuado para
iluminar pequeñas escenas, pero cuando se trata de una escena amplia es preciso
un potente equipo de flash de estudio. La lámpara incandescente con filamentos
más delgados que los de las bombillas corrientes, proporciona luz continua.
Para conseguir un color normal en la fotografía, la lámpara debe usarse con
película de tungsteno o con un filtro para equilibrar el color. La luz de
cuarzo, de uso corriente en la industria de la televisión debido a la gran
intensidad de luz que produce y a la relativa larga duración de sus lámparas
comparada con fuentes luminosas de tungsteno, es también popular entre los
fotógrafos.
4.5
|
Fotómetros o exposímetros
|
Los fotógrafos profesionales
y los aficionados exigentes utilizan fotómetros para medir la intensidad de la
luz en una situación dada y determinar así la combinación adecuada de la
velocidad y de la abertura del diafragma. Se utilizan básicamente cuatro tipos
de fotómetros: el de luz incidente, el de luz reflejada, el de spot y el de
flash, aunque, hablando con propiedad, los fotómetros de spot son un tipo de
los de luz reflejada y los de flash pueden serlo tanto de incidente como de
reflejada.
Los fotómetros de luz
incidente miden la intensidad de luz que ilumina al objeto, la que cae sobre
él. Para leer los valores de luz incidente se coloca el fotómetro junto al
objeto y se dirige hacia la cámara. Los fotómetros de luz reflejada miden la
intensidad luminosa reflejada por el objeto, la que él emite. Para leer este
fotómetro se coloca junto a la cámara y se dirige hacia el objeto. La mayoría
de los fotómetros de luz incidente pueden también modificarse para su uso como
fotómetros de luz reflejada.
Los fotómetros de spot
miden la luz reflejada en un área de 1 grado, mientras que los mencionados
anteriormente cubren una escala angular mucho más amplia: de 30 a 50 grados
para un fotómetro de luz reflejada y de hasta 180 grados para uno de luz
incidente. Los exposímetros para flash están diseñados para medir únicamente
los destellos de fracción de segundo emitidos por el flash. Los fotómetros
combinados están diseñados para medir luz incidente, reflejada y de flash.
Los exposímetros más sencillos
poseen una célula fotoeléctrica la cual genera una pequeña cantidad de
corriente eléctrica cuando se expone a la luz que acciona una aguja sobre una
escala y un dial regulable que indica la velocidad de la película. Cuando el
dial coincide con la aguja, el exposímetro muestra las diferentes combinaciones
de diafragma y velocidad que producen exposiciones equivalentes, y la cámara
podrá ajustarse en consecuencia.
Algunos fotómetros, como
elementos sensibles a la luz, están provistos de una célula fotoconductora de
sulfuro de cadmio que funciona con una pila de mercurio y es extremadamente
sensible incluso en condiciones de luz muy pobres. Una innovación de la década
de 1980 fue el uso de diodos de silicio como receptores de luz. Estos
exposímetros tienen aún mayor sensibilidad que los de células de sulfuro de
cadmio.
Para la fotografía de
estudio se suele utilizar un fotómetro especial que mide la temperatura de
color. A cada temperatura le corresponde una longitud de onda luminosa
diferente que se expresa en kelvins (K) y los diferentes tipos de iluminación
tienen su propia temperatura de color. Los medidores de ésta permiten calcular
con precisión la luz emitida por los diferentes tipos de lámparas. Esto es
fundamental para la fotografía profesional en color realizada en interiores con
iluminación artificial, ya que la temperatura de color de las lámparas
fluorescentes e incandescentes varía de un fabricante a otro e incluso puede
cambiar con el paso del tiempo.
4.6
|
Filtros
|
Pueden estar hechos de
gelatina o de cristal y se colocan delante del objetivo para alterar el color,
cambiar el contraste o el brillo, minimizar la neblina o para crear efectos
especiales. En la fotografía en blanco y negro se utilizan filtros de color con
película pancromática que permite la transmisión del color adecuado mientras
impide el paso de los colores que no lo son. Cuando se fotografía un paisaje
con un filtro rojo, por ejemplo, parte de la luz azul del cielo se anula y hace
que éste parezca más oscuro y, por tanto, se destaquen las nubes. El mismo
cielo azul con un filtro amarillo produce un efecto atenuado porque deja pasar
mejor la luz azul. El filtro amarillo nº 8 se suele utilizar para
fotografiar exteriores en blanco y negro, ya que reproduce el tono azul del
cielo de una forma muy parecida a como lo percibe el ojo humano.
Los filtros de conversión,
los de color y los correctores se utilizan mucho en fotografía en color. Los de
conversión cambian el equilibrio de color de la luz para una película concreta.
Las películas de tungsteno, por ejemplo, están diseñadas y equilibradas para la
temperatura de color de la luz ámbar de tungsteno. Si se exponen a la luz del
día producirán fotos con un tono azulado. El filtro de conversión de la serie
85 soluciona este problema. Por el contrario, la película diurna adecuada para
luz natural intensa que tiene una mayor concentración de longitudes de onda
azules que la luz de tungsteno, producirá un tono amarillo-ámbar si se expone a
la luz de tungsteno. Los filtros de conversión de la serie 80 corrigen este
inconveniente.
Los filtros de color se
suelen utilizar para hacer pequeños reajustes en el mismo. Los filtros de
corrección eliminan los tonos de color que no se desean o añaden un matiz
cálido. Los filtros correctores (CC) magenta pueden compensar la luz verdosa de
los fluorescentes en las películas de tungsteno o diurnas. Otro tipo de filtro,
el polarizador, se utiliza básicamente para reducir reflejos de superficies
brillantes y también para aumentar la saturación de color en las fotografías.
5
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REVELADO Y POSITIVADO
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Revelando una foto en blanco y negro
Una rosa ha sido el motivo de esta
fotografía en blanco y negro de 20 x 25 cm, de la que se ha obtenido una copia
por contacto. Una vez que la película ha sido expuesta, se han producido
cambios químicos que han formado una imagen al revés e invertida lateralmente.
Es lo que se llama una imagen latente. Ésta es invisible aún, y la película
debe ser introducida en un revelador de negativo para que se pueda ver la rosa.
El negativo muestra como claras las zonas oscuras de la rosa, y viceversa. Esto
se debe a que los componentes químicos de la película (llamada emulsión) se
oscurecen en respuesta a la acción de la luz. Para positivarla se coloca el
negativo entre la placa de cristal y el papel sensible a la luz o papel
fotográfico, y exponiéndola luego a una fuente de luz. Las zonas claras y
oscuras de la flor se invierten. Al introducir el papel en revelador, se
obtiene una fotografía del mismo tamaño que el negativo.
La imagen latente de la
película se hace visible a través del proceso llamado revelado, que supone la
aplicación de ciertas soluciones químicas para transformar la película en un
negativo. El proceso por el que un negativo se convierte en una imagen positiva
se denomina positivado. La imagen se denomina copia o fotografía en papel. La
película se revela al tratarla con un revelador o solución reveladora, un
producto químico alcalino reductor. Esta solución reactiva el proceso iniciado
por la acción de la luz al exponer la película. Con ello se reducen más los
cristales de haluros de plata en los que se ha formado plata, de modo que se
produzcan granos gruesos de este metal alrededor de las diminutas partículas
que componen la imagen latente.
Mientras las partículas
de plata se empiezan a formar, la imagen visible se hace aparente en la
película. El grosor y la densidad de la plata depositada en cada zona dependen
de la cantidad de luz recibida en esa área durante la exposición. Para
interrumpir la acción del revelador, la película se sumerge en una solución
ligeramente ácida que neutraliza el revelador alcalino. Después del lavado, la
imagen negativa queda fijada: los residuos de cristales de haluros de plata son
eliminados y las partículas de plata metálicas que quedan se fijan. El
compuesto químico que se utiliza para el fijado, normalmente denominado fijador
o hipo, suele ser tiosulfato sódico, potásico o amónico. El eliminador
del fijador o agente limpiador se utiliza entonces para eliminar cualquier
resto de fijador que haya quedado en la película. Ésta debe lavarse muy bien
con agua corriente, ya que los residuos del fijador suelen estropear los
negativos con el tiempo. Por último, al lavar la película procesada se favorece
un secado uniforme y se impide la formación de manchas de agua.
El positivado se puede
hacer de dos maneras: por contacto o por ampliación. El primero se utiliza
cuando se desean copias exactamente del mismo tamaño que los negativos. Se
consigue al poner el lado de emulsión del negativo en contacto con el papel de
la copia y colocar ambos bajo una fuente de luz.
En el método de ampliación,
el negativo se coloca en una especie de proyector llamado ampliadora. La luz
procedente de ésta pasa a través del negativo a una lente que proyecta una
imagen del negativo ampliada o reducida sobre el material sensible de
positivado. Este proceso permite también al fotógrafo reducir o aumentar la
cantidad de luz que reciben zonas concretas de dicho material. Estas técnicas,
conocidas como tapado y sombreado, hacen que la copia final sea más clara o más
oscura en determinadas zonas.
El material que se usa
en el proceso de positivado es un tipo de papel fotográfico con una emulsión
similar en composición a la utilizada para película, aunque mucho menos
sensible a la luz. Una vez que ha sido expuesta, la copia es revelada y fijada
por un procedimiento muy parecido al empleado en el revelado de película. En la
copia final, las zonas expuestas a mucha luz reproducen los tonos oscuros, las
que no la recibieron reproducen los claros y las que fueron expuestas a una
moderada cantidad de luz reproducen los tonos intermedios.
Las copias en color procedentes
de negativos en color se hacen tanto por ampliación como por contacto. Las
copias procedentes de transparencias de color pueden obtenerse directamente por
ampliación utilizando el papel Cibachrome o el RC, como el R-3 de Kodak o el
tipo 34 de Fuji. También existe la opción de hacer primero un negativo
intermedio o internegativo, que puede positivarse por contacto o por
ampliación. Un tercer proceso de positivado en color, llamado procedimiento
aditivo (dye-transfer), resulta considerablemente más complejo y en
general se utiliza sólo para trabajos profesionales.
Las transparencias de
color positivas y los negativos de color se imprimen sobre papeles con
emulsiones multicapa que contienen agentes para formar el color. Ejemplos de
éstos son el papel de revelado tipo 34 de Fujichrome y el Ektachrome de Kodak,
que se utilizan para positivar a partir de transparencias de color. El
Agfacolor CN tipo A, el Ektacolor y el Fujicolor se utilizan para positivar a
partir de negativos. Estos papeles se revelan en unas soluciones de
procedimiento sustractivo sin procesado de inversión. Cuando se realizan copias
de este tipo se pueden minimizar los errores en la exposición variando el
tiempo de exposición de la copia. El equilibrio de color se controla mediante
filtros situados en la cabeza de la ampliadora, entre la fuente de luz y el
negativo.
Para obtener copias en
color con el procedimiento aditivo (dye-transfer), se prepara un
negativo independiente para cada uno de los tres colores: rojo, verde y azul.
Estos negativos se obtienen directamente desde el objeto con las cámaras de un
solo disparo, técnica en la actualidad algo anticuada, o indirectamente desde
la transparencia en color. Los negativos se emplean para conseguir imágenes
positivas sobre hojas de gelatina conocidas como matrices. Se obtienen tres
matrices positivas: una está impregnada con tinte amarillo, otra con magenta y
la tercera con cyan. Después de la inmersión, cada matriz se positiva en un bastidor
especial de ampliación, que garantiza su alineación exacta o registro, para
formar la imagen a todo color.
6
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ÚLTIMOS AVANCES TECNOLÓGICOS
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Bill Brandt
Este retrato del fotógrafo británico
Bill Brandt está fechado hacia 1983. El fondo abstracto, casi ausente, la
ligera distorsión de la imagen y el fuerte contraste entre luces y sombras,
elementos comunes en todas sus obras de las últimas décadas, otorgan una
cualidad casi escultórica a su fotografía.
Las nuevas tecnologías
están comenzando a suprimir las conexiones existentes entre la fotografía y
otros sistemas de reproducción de imágenes. En algunos sistemas nuevos, las
emulsiones de haluros de plata se han sustituido por métodos electrónicos que
registran información visual. La casa Sony ha creado una cámara de vídeo fija,
llamada Mavica, basada en un modelo industrial anterior, la ProMavica. A
diferencia de la cámara de vídeo convencional, que utiliza cinta magnética, la
Mavica graba la información visual, la luz que reflejan los objetos de la
escena fotografiada, sobre un disco blando. Las imágenes se pueden ver en un
monitor conectado a la unidad de reproducción de la Mavica. Canon USA también
ha entrado en el mercado de la cámara de vídeo fija. Su cámara RC-470 necesita
un reproductor de vídeo fijo para poder ser visualizado. Sin embargo, la Xap
Shot, que graba 50 imágenes fijas con 300-400 líneas de definición en un disco
blando de 5 cm, no precisa de ningún equipo especial. Puede conectarse también
al receptor de televisión. Asimismo, se pueden obtener copias en papel
utilizando una impresora especial láser.
La digitalización de imágenes
fotográficas ha revolucionado la fotografía profesional al crear una
especialidad conocida como tratamiento de la imagen. La digitalización de la
información visual de una fotografía, es decir, la conversión de aquélla en
números binarios con la ayuda de un ordenador, hace posible la manipulación de
la imagen fotográfica a través de unos programas especiales. El sistema Scitex,
muy común en la industria publicitaria a finales de la década de 1980, permite
al operador modificar o borrar elementos de una fotografía: cambiar colores,
componer estéticamente imágenes con varias fotos y ajustar el contraste o la
nitidez. Otros sistemas, como el Adobe Photoshop, permiten realizar operaciones
similares.
La calidad de las imágenes
en la pantalla de un ordenador era, hasta hace poco, inferior a la fotográfica.
Las impresoras de color no industriales y las láser no alcanzan todavía a
reproducir imágenes con la gama de tonos, definición y saturación de las
fotografías. Algunos sistemas, sin embargo, como la Presentation
Technologies’ Montage Slidewriter y el Linotronic, son capaces de
reproducir imágenes con calidad de imprenta.
7
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TÉCNICAS ESPECIALES
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Anaglifo
Un anaglifo consta de dos imágenes
ligeramente diferentes de la misma escena impresa en diferentes colores, por lo
general rojo y cian. Cuando el anaglifo se observa a través de unas gafas
especiales, las dos imágenes parecen fundirse en una única imagen
tridimensional. Para confeccionar las gafas se necesita cartulina, cinta
adhesiva y filtros de luz rojo y cian. Se corta en la cartulina un rectángulo
de 18 × 7 cm. En este rectángulo y con una separación aproximada de 6 cm se
abren dos aberturas del tamaño de una moneda. A continuación se colocan los
filtros de color encima de los agujeros y se sujetan con la cinta adhesiva. Se
coloca el rectángulo a la altura de la cara del observador de forma que el
filtro rojo cubra el ojo derecho y el filtro cian el ojo izquierdo. Las lentes
de color filtran los detalles del anaglifo, enviando al cerebro dos imágenes ligeramente
diferentes. A continuación, el cerebro une las dos imágenes en una sola imagen
tridimensional.
Hacia finales del siglo
XIX la fotografía desempeñaba ya un importante papel en la astronomía. A partir
de entonces se han desarrollado muchas técnicas fotográficas especiales, que
constituyen importantes instrumentos en un buen número de áreas científicas y
tecnológicas.
7.1
|
Fotografía y cinematografía ultrarrápidas
|
La mayoría de las cámaras
modernas permiten exposiciones a velocidades de hasta 1/1.000 segundo. Se
pueden conseguir tiempos de exposición más breves si se ilumina el objeto con
un pequeño destello de luz. En 1931, el ingeniero estadounidense Harold E.
Edgerton desarrolló una lámpara estroboscópica electrónica con la que consiguió
destellos de 1/500.000 segundo, que le permitía fotografiar la trayectoria de
una bala. Mediante una serie de destellos se pueden captar en el mismo
fragmento de película las progresivas fases de objetos en movimiento, tales
como un pájaro volando. La sincronización del destello del flash y del objeto
en movimiento se logra con una célula fotoeléctrica que acciona la lámpara
estroboscópica. La célula fotoeléctrica actúa al ser iluminada por el haz de
luz, que se interrumpe por el objeto en movimiento tan pronto como éste entra
en el campo visual de la cámara.
Más recientemente se han
desarrollado obturadores ultrarrápidos electro-ópticos y magneto-ópticos que
permiten tiempos de exposición de hasta varios miles de millonésimas de
segundo. Ambos obturadores actúan por el hecho de que en algunos materiales el
nivel de la luz polarizada es alterado bajo la influencia de un campo magnético
o eléctrico. El disparador magneto-óptico consiste en un cilindro de cristal
situado en el interior de una bobina. A cada lado del cilindro de cristal hay
un filtro de polarización. Ambos filtros están cruzados para que cuando la luz
pase a través del primero se polarice y quede interrumpida por el segundo. Si
un pequeño impulso eléctrico pasa a través de la bobina, el nivel de
polarización de la luz en el cilindro de cristal se alterna y la luz puede
pasar a través del sistema.
El obturador electro-óptico,
construido de un modo similar, consiste en una célula con dos electrodos llena
de nitrobenceno que está situada entre los dos filtros cruzados de
polarización. El nivel de polarización dentro del líquido cambia al recibir un
pequeño impulso eléctrico en los dos electrodos. Los obturadores
electro-ópticos se han utilizado para fotografiar la secuencia de las
diferentes fases en la explosión de una bomba atómica. El movimiento a alta
velocidad puede estudiarse también con la cinematografía ultrarrápida. Las
técnicas convencionales, en las que fotografías individuales fijas son tomadas
en una secuencia rápida, permiten un máximo de 500 fotogramas por segundo. Se
pueden conseguir hasta un millón de fotos por segundo al mantener la película
fija y usar un espejo alternador rápido (de hasta 5.000 revoluciones por
segundo), que mueve las imágenes por un orden secuencial. Para frecuencias
extremadamente altas, como mil millones de fotos por segundo, se descartan los
métodos ópticos tradicionales y se utilizan tubos de rayos catódicos.
7.2
|
Fotografía aérea
|
Las cámaras especiales,
instaladas en aviones sobre soportes antivibraciones, suelen estar equipadas
con varias lentes y con grandes cargadores de película. Se utilizan en
inspecciones de superficies extensas de terreno para cartografía, en el
análisis del crecimiento de las ciudades para su posterior urbanización, en el
descubrimiento de restos de antiguas civilizaciones y para observar la Tierra y
la distribución de la fauna y de la flora. Las cámaras montadas en los
satélites también se utilizan para este tipo de fotografía. La vigilancia y el
reconocimiento militar es una aplicación especial de la fotografía aérea.
Algunos satélites de reconocimiento están provistos con potentes teleobjetivos
que producen imágenes de alta definición con los que pueden observar
automóviles e incluso objetos más pequeños. Los métodos fotográficos modernos
desde satélites, que hasta hace poco eran utilizados casi exclusivamente con
fines militares, de espionaje y meteorológicos, son empleados, cada vez más,
por los geólogos para descubrir recursos minerales y por las agencias de
noticias con el fin de obtener al instante fotografías sobre sucesos que se
producen en cualquier parte del mundo.
7.3
|
Fotografía submarina
|
Fotografía subacuática
La fotografía subacuática plantea
muchos retos. Tanto el equipo como el fotógrafo deben estar preparados para
enfrentarse a un ambiente totalmente diferente. Es preciso contar con el equipo
adecuado: traje de neopreno, aletas, aparatos de respiración y una cámara
subacuática. También podrían ser necesarios objetivos y luces especiales para
trabajar en aguas oscuras. Aquí, un fotógrafo ha captado a una joven tortuga
saliendo de su guarida en el fondo del mar.
Las cámaras submarinas
precisan de una caja o carcasa herméticamente cerrada, con una ventana de
cristal o de plástico delante del objetivo. Durante las horas diurnas, se
pueden tomar fotografías a profundidades de hasta 10 metros. Para tomas más
profundas se necesita luz artificial, como la del flash electrónico o focos. La
calidad de las fotos depende de la claridad del agua. En aguas turbias o llenas
de partículas, que reflejan la luz, éstas impiden hacer fotografías, excepto
primeros planos. En este medio, los fotógrafos suelen utilizar objetivos de
gran angular para compensar el efecto de aumento que se produce debajo del agua
(todo parece estar un 25% más cerca de lo que está en realidad). Esto se debe a
que el nivel de refracción en el agua es mayor que en el aire. Captar con una
cámara la belleza del mundo acuático es una actividad popular entre los
aficionados al submarinismo. Las cámaras especiales submarinas, con carcasas
altamente resistentes a la presión, se utilizan también para la exploración
marina a grandes profundidades.
7.4
|
Fotografía científica
|
En la investigación científica,
las placas y películas fotográficas se encuentran entre los elementos más
importantes para la fotografía, no sólo por su versatilidad, sino también
porque la emulsión fotográfica es sensible a los rayos ultravioleta e
infrarrojos, a los rayos X y gamma y a las partículas cargadas. La
radiactividad, por ejemplo, fue descubierta al ennegrecer accidentalmente la
película fotográfica. Muchos instrumentos ópticos, como el microscopio, el
telescopio y el espectroscopio, se pueden utilizar para obtener fotos. Otros
instrumentos, como los microscopios electrónicos, osciloscopios y terminales de
ordenador, están equipados también con mecanismos para tomar fotos o con
adaptadores que permiten el empleo de una cámara normal. En los laboratorios se
suelen utilizar cámaras Polaroid para obtener imágenes de los resultados de la
investigación con rapidez. Una de las actividades más importantes en la
investigación sobre la física de partículas es el estudio de miles de fotos
tomadas en las cámaras de burbujas de los detectores de partículas con el fin
de encontrar interacciones entre ellas. Mediante el uso de películas especiales
se puede fotografiar directamente el rastro o la estela de partículas cargadas.
La fotografía que capta
imágenes de rayos X, llamada radiografía, se ha convertido en un importante
medio de diagnóstico en medicina. La radiografía, que utiliza potentes rayos X
o gamma, se emplea también para descubrir defectos estructurales y de soldadura
en recipientes de presión, tuberías y piezas mecánicas, en especial aquellas
que son esenciales por medidas de seguridad, como las de centrales nucleares, aviones
y submarinos. En muchos casos la película, protegida de la luz en un envoltorio
estanco, se aplica contra un lado del objeto mientras que éste recibe la
radiación desde el otro. La fotografía de los rayos X se utiliza también para
estudios estructurales de materiales cristalinos. Con el desarrollo del láser,
una técnica llamada fotografía sin lente, la holografía, es capaz de reproducir
imágenes en tres dimensiones.
7.5
|
Fotografía astronómica
|
En ningún otro campo de
la ciencia la fotografía ha desempeñado un papel tan importante como en la
astronomía. Al colocar una placa fotográfica en el plano focal de un
telescopio, los astrónomos pueden obtener imágenes exactas de la situación y
brillo de los cuerpos celestes. Comparando fotografías de la misma zona del
cielo, tomadas en diferentes momentos, se pueden detectar los movimientos de
ciertos cuerpos celestes, como los cometas. Una importante cualidad de la placa
fotográfica utilizada en astronomía es su capacidad para captar, mediante
exposiciones de larga duración, objetos astronómicos casi imperceptibles que no
pueden ser observados visualmente.
En los últimos tiempos
se ha mejorado la sensibilidad de la fotografía mediante técnicas que permiten
una mayor precisión de la imagen. En un proceso conocido como efecto
fotoeléctrico, la luz de las estrellas libera electrones en un fotocátodo
situado en el plano focal del telescopio. Los electrones liberados se dirigen
hacia una placa fotográfica para formar la imagen. Gracias a ciertas técnicas
informáticas se consiguen imágenes más detalladas y exactas procedentes, en
ocasiones, de fotografías del espacio exterior borrosas y alejadas. Los
ordenadores digitalizan la información fotográfica y después la reproducen con
una definición mayor.
7.6
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Microfilmación
|
Consiste en reducir las
fotos a un tamaño muy pequeño. Una de sus primeras aplicaciones fue la
fotografía de cheques de banco en la década de 1920. En la actualidad, esta
técnica se utiliza para almacenar información que de otro modo necesitaría
mucho espacio. Por ejemplo, los periódicos y las revistas se fotografían en una
pequeña película que puede visionarse con proyectores provistos de sistemas que
permiten encontrar con rapidez las páginas deseadas. Otra aplicación es la
microficha, un tipo de película de 10 × 15 cm en la cual se pueden almacenar
hasta 70 fotogramas correspondientes a otras tantas páginas de texto. Cada
fotograma puede observarse individualmente en un proyector. Este sistema hace
posible almacenar el catálogo total de una biblioteca en un número reducido de
microfichas.
7.7
|
Fotografía infrarroja
|
Las emulsiones fotográficas
pueden hacerse sensibles a los rayos infrarrojos de la parte invisible del
espectro con tintes especiales. La luz infrarroja atraviesa la neblina
atmosférica y permite realizar fotografías claras desde largas distancias o
grandes altitudes. Debido a que todos los objetos reflejan la luz infrarroja,
pueden ser fotografiados en total oscuridad. Las técnicas de fotografía
infrarroja se emplean siempre que tengan que detectarse pequeñas diferencias de
temperatura, capacidad de absorción o reflexión de la luz infrarroja. Algunas
sustancias, especialmente de tipo orgánico, como los vegetales, reflejan con más
potencia la luz infrarroja que otras. Las películas infrarrojas presentan una
tendencia a reproducir como blancos los tonos verdes de las hojas, sobre todo
si se utiliza un filtro rojo oscuro. La película infrarroja tiene muchas
aplicaciones militares y técnicas, como por ejemplo la detección de camuflajes,
los cuales aparecen más oscuros en la fotografía que las zonas de alrededor.
Este tipo de fotografía también se utiliza para diagnósticos médicos, para
descubrir falsificaciones en manuscritos y obras pictóricas, y para el estudio
de documentos deteriorados. Se ha empleado, por ejemplo, para descifrar los
Manuscritos del Mar Muerto.
7.8
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Fotografía ultravioleta
|
Las películas normales
son sensibles a la luz ultravioleta. Uno de los métodos para realizar este tipo
de fotografía consiste en utilizar una fuente de luz ultravioleta para iluminar
al objeto, de forma que el objetivo de la cámara esté provisto de un filtro que
permita únicamente el paso de esta luz. Otro método se sirve de la
fluorescencia causada por la luz ultravioleta. El filtro del que está provista
la cámara absorbe la luz ultravioleta y permite el paso de la fluorescente. Una
importante aplicación de este tipo de fotografía es el estudio de documentos
falsificados, ya que la luz ultravioleta detecta los rastros de escritura
borrada.
Los plásticos y otros
productos químicos que reaccionan a la luz ultravioleta sustituyen a la
emulsión de haluros de plata de las películas normales en diversos procesos,
para producir imágenes fotográficas con la gama ultravioleta del espectro. En
uno de estos procesos la superficie de sustancias plásticas expuestas a los
rayos ultravioleta se endurece en proporción directa a la exposición, y la
eliminación de las zonas no endurecidas hace surgir una imagen fotográfica. En
otros procesos se coloca una fina película de productos químicos entre las
hojas de plástico. Estos productos químicos emiten burbujas de gas en
cantidades proporcionales a la exposición recibida en la zona cuando se les
expone a los rayos ultravioletas. Las burbujas crecen y se hacen visibles con
la aplicación de calor en las hojas, creando así una transparencia en la que
las burbujas de gas forman la imagen. Otro tipo de plástico, al ser calentado,
reacciona químicamente con las burbujas de gas, de modo que se obtiene en las
hojas de plástico una imagen positiva con manchas. La película fotocromática,
creada por la National Cash Register Company, utiliza un tinte sensible a la
luz ultravioleta. Se pueden obtener enormes ampliaciones, ya que este tinte no
posee estructura granular. Por ejemplo, se pueden conseguir ampliaciones de una
película que contenga un libro entero en un espacio del tamaño de un sello o
estampilla de correos.
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