Plasma (física),
estado de la materia, generalmente gaseoso, en el que algunos o todos los
átomos o moléculas están disociados en forma de iones.
Los plasmas están constituidos por una mezcla de partículas neutras, iones
positivos (átomos o moléculas que han perdido uno o más electrones) y
electrones negativos. Un plasma es conductor de la electricidad, pero cuando su
volumen supera la llamada longitud de Debye presenta un comportamiento
eléctricamente neutro. A escala microscópica, que corresponde a dimensiones
inferiores a la longitud de Debye, las partículas de un plasma no presentan un
comportamiento colectivo, sino que reaccionan individualmente a perturbaciones
como por ejemplo un campo eléctrico.
En la Tierra, los
plasmas no suelen existir en la naturaleza, salvo en los relámpagos, que son
trayectorias estrechas a lo largo de las cuales las moléculas de aire están
ionizadas aproximadamente en un 20%, y en algunas zonas de las llamas. Los
electrones libres de un metal también pueden ser considerados como un plasma.
La mayor parte del Universo está formado por materia en estado de plasma. La
ionización está causada por las elevadas temperaturas, como ocurre en el Sol y
las demás estrellas, o por la radiación, como sucede en los gases
interestelares o en las capas superiores de la atmósfera (véase Ionosfera),
donde produce el fenómeno denominado aurora.
Los plasmas pueden
crearse aplicando un campo eléctrico a un gas a baja presión, como en los tubos
fluorescentes o de neón (véase Lámpara de neón). También puede crearse
un plasma calentando un gas neutro hasta temperaturas muy altas. En general,
las temperaturas son demasiado altas para aplicarlas externamente, por lo que
se calienta el gas internamente inyectando en él iones o electrones de alta
velocidad que pueden colisionar con las partículas de gas y aumentar su energía
térmica. Los electrones del gas también pueden ser acelerados por campos
eléctricos externos. Los iones procedentes de estos plasmas se emplean en la
industria de semiconductores para grabar superficies y producir otras
alteraciones en las propiedades de los materiales.
En los plasmas muy
calientes, las partículas adquieren suficiente energía como para producir
reacciones nucleares al colisionar entre sí. Estas reacciones de fusión son la
fuente de calor en el núcleo del Sol, y los científicos intentan crear en los
laboratorios plasmas artificiales donde las reacciones de fusión puedan
producir energía para generar electricidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario